ACTO V
Celestina esta contenta ya que ha llevado a cabo con gran éxito la misión de persuadir a Melibea. Está orgullosa de haver conseguido lo que otras muchas hubieran fracasad, y dice así:
¡¡O cuántas erraran en lo que yo he acertado!
En el transcurso de llegada de Celestina a su propia casa, Sempronio está esperando su llegada con intriga de saber lo sucedido con Melibea. Celestina no quiere contar nada antes de ver al propio Calisto, al cual le hablara maravillas de lo sucedido. Celestina y Sempronio van caminando juntos, mientras que tienen una conversación alegre.
En casa de Calisto, Pármeno, su ``fiel´´criado, le comunica a Calisto que está viendo llegar a Celestina y Sempronio, y este le dice que se apresura para abrirles las puertas, está ansioso por saber lo que Melibea a respondido, torturado de amor y dolor a la vez:
ACTO VI
Calisto está ansioso por saber de Melibea. Celestina, con sus dotes de persuasión, con su característica maestria en digresiones y circunloquios, trata de acrecentar el ansia del joven enamorado, en ocasiones haciendole esperar lo mejor, en otras influyéndole temores. Aprovecha Celestina para resaltar lo arduo de su empresa: cómo tuvo que arriesgar su vida, poniéndole al tablero, y cómo logró al fin ganarse la amistad de Melibea, de tal manera que en adelante le abriría a pesar de su pobre apariencia:
Buena se puede decir, pues queda abierta puerta para mi tornada y antes me recibirá a mí con esta saya rota, que a otro con seda y brocado.
Pármeno, entre tanto, no deja de entremeter comentarios duros contra Celestina y los locos enamorados.
Sempronio trata de contenerle para impedir que eche abajo todo el negocio que están tramando. Calisto se arrodilla ante Celestina mientras ella contin´´ua contándole lo que ocurrió entre ella y Melibea, de manera muy prolija, hasta que llega al cordón que entrega a Calisto. Celestina, como era de esperar, le pide una recompensa Calisto por dicho cordón y él le dice que no tema por eso, que le ofrecerá todo lo que ella le pida. A continuación ordena a Pármeno que acompañe a Celestina hasta su casa.
ACTO VII
Celestina y Pármeno salen de casa del joven Calisto. Ella se cree con autoridad para amonestar a Pármeno, al que si va en contra de sus intereses, pueden perjudicar los intereses de todos. Le dice que ha de ser más cariñoso con Sempronio, ya que ha de tomar al joven criado como modelo:
Crecería vuestro provecho dándoos el uno al otro la mano, ni aun habría más privados con vuestro amo que vosotros. Pues sabe que es menester que ames si quieres ser amado.
Celestina recurre a mencionarle a Pármeno que no ha sido más mala de lo que lo fué su madre, insinuando que debería aceptarla en su lugar. Por si tales dichas no bastaran, le ofrece también a Areúsa. Entra Celestina en la habitación de la chica. Comienzan a hablar y Celestina le saca el tema de los enamorados. Ella le dice que tiene un amigo no ahora no está por motivos personales, y Celestina comienza con su repertorio: le dice a Areúsa que tales amigos no merecen tanta fidelidad. Le habla de Pármeno, compañero de Sempronio, amigo de Elicia , su prima, y de los beneficios que le proporcionaria su amistad. Ella le dice que tiene mal de menstruación y Celestina hace subir a Pármeno porque le dice que de esta manera se le paran los males, per en realidad quiere ser fiel a su pareja, en canvio acaba aceptando.Celestina, al ver la situación, se muere de envidia:
Quedaos adiós, que voyme sola porque me hacéis dentera con vuestro besar y retozar. Que aun el sabor en las encías me quedó: no le perdí con las muelas.
Celestina sale. En su casa la espera Elicia. Elicia y Celestina discuten pero al final se arregla todo entre ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario